Esta suculenta se puede encontrar en el este del continente africano, donde se desarrolla en lugares muy soleados y con escasas precipitaciones. Aunque a simple vista pueda parecer un baobab, no está emparentado con él aunque también tiene el tronco especialmente grueso a la altura de la base para almacenar agua en su interior, y con el tiempo puede llegar a tomar formas escultóricas. Destaca su espectacular floración rosa, y más en un medio en el que no se espera ver esos colores.