Este macho de lagartija colilarga está en celo a juzgar por los vivos colores de sus flancos, que en época no reproductiva los tiene mucho más apagados para pasar desapercibido ante los depredadores. Viven en zonas arbustivas y de matorral, y la longitud de su cola puede ser de hasta tres veces la de su cuerpo.
La foto es de ayer en en Moncayo (Zaragoza).
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