La primera vez que veo esta ave, en el cráter de Ngorongoro, Tanzania. En España el combatiente es un invernante pero, también, se le puede observar en los pasos migratorios. Su rasgo más característico consiste en el vistoso atuendo nupcial que lucen los machos, que se adornan con llamativas golas y penachos cefálicos de plumas, con los que, mediante posturas estereotipadas, danzas y movimientos de alas, se enfrentan a otros machos en interminables combates (de ahí el nombre de la especie) por las hembras.
¡Qué afortunado de ver al combatiente (Calidris pugnax) en el cráter del Ngorongoro! Este avistamiento en Tanzania subraya su naturaleza como un ave migratoria de amplio rango. Lo más fascinante de esta especie es, sin duda, el vistoso plumaje nupcial de los machos, con esas llamativas golas y penachos. Esos adornos no son solo estéticos, sino la herramienta central para sus célebres y ritualizados "combates" por las hembras, un espectáculo natural que le da su particular nombre.
ResponderEliminarnaturalezaia.blogspot.com