Es la más grande de las tres especies de cebras. Se diferencian por tener las rayas más estrechas y sin ausencia de sombras en las estrías, así por tener la parte inferior de la tripa completamente blanca.
Son menos dependientes del agua, pudiendo estar hasta dos o tres días sin beber y ocupan un habitat más seco y árido.
Las crías cuando nacen suelen vivir apartadas de la manda con su madre para memorizar el dibujo de sus líneas y su sonido, así poder reconocerla y seguirla más adelante dentro del grupo.
Quedan pocos miles de ejemplares distribuidos sólo en Kenia y Etiopía y su población ha disminuido mucho en los últimos años. La foto es del año pasado en Samburu, Kenia.
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